Llevo 10 años estudiando las escalas mal

Si tuviera que elegir un único principio, un único concepto que reuniera el trabajo  que debemos hacer con las escalas sería este: "Escalas como notas tenidas".

Llevo estudiando escalas de distintas formas desde que tengo 9 o 10 años y os aseguro que al menos estuve diez años estudiando escalas sin saber que lo estaba haciendo mal.

Está claro que todo el trabajo que pongamos en el saxofón, aunque esté mal enfocado, nos ayudará en cierta manera. A mi me pasó. Tras años estudiando escalas en intervalos de terceras, cuartas, quintas, sextas, séptimas y octavas me di cuenta de que digitalmente (a la hora de mover los dedos) podía tocar cualquier escala, pero hasta la escala más simple tenía pequeños errores en el sonido.

¿Cuál era el error?

El error era pensar en los cambios de notas como cambios de sonido. Como objetivo está claro que cada nota y cada registro tendrá una posición y una sensación distinta. Por el contrario, la sensación que buscaremos será precisamente la contraria. Naturalmente tendremos que mover la embocadura y adaptar levemente el aire según que nota toquemos y en qué altura esté. Tratar de encontrar lo contrario, la regularidad en el aire y la estabilidad en la embocadura (boca y todo el aparato fonador), nos llevará a contrarrestar ese exceso de homogeneidad que hace difícil el paso y salto entre registros.

¿Por qué buscar la estabilidad?

Cuando pasamos del registro agudo al grave o viceversa, si tenemos una posición de embocadura que nos sirva en ambas alturas y un control del aire que nos permita unir ambas notas, el movimiento que tenemos que realizar para adaptarnos de un extremo del registro del saxofón al otro será mínimo. Cuanto más nos entrenemos para buscar la menor adaptación posible, más continuo y homogéneo será nuestro sonido en todos los registros del saxofón.

¿Cómo buscar la estabilidad?

Hay varios ejercicios que se pueden usar. Mis favoritos son dos:
1.- La imitación de registros. Hacer la misma parte de una escala en el registro grave e intentar imitar e igualar todos los sonidos en el agudo (dependiendo de cual creamos que tenemos que tener como modelo), nos llevará a acercar ambos registros. Si trabajamos tanto escalas como los pasajes que nos cuesten en los registros que nos sentimos más cómodos estaremos asentando unas bases de comodidad y facilidad en relación a esa escala o pasaje en nuestro oído y en nuestro cuerpo.
2.- Escala como nota larga. Practicar "fingiendo" o imaginando que estamos tocando una escala mientras hacemos una única nota nos condicionará a buscar esa misma sensación cuando tras acabar este ejercicio la practiquemos de verdad. Esa búsqueda de un único soplo y un único sonido y timbre que podemos, y debemos, trabajar en las escalas para luego aplicarlo a piezas y canciones, nos llevará a tocar con un sonido equilibrado y homogéneo.

En resumen

La practica que podemos llevar a cabo en las escalas es un ejemplo, un entrenamiento y un modelo de todo lo que vamos a realizar luego cuando tocamos piezas y canciones. Así  que empieza ahora a practicar las escalas bien y todas tus habilidades con el saxofón evolucionarán paralelamente. 

Si quieres saber cómo mejorar tu sonido mientras aumentas tu velocidad con las escalas, ahora mismo estoy lanzando un curso en el que te explico los mejores ejercicios y te ayudo a establecer tus propias rutinas para convertirte en un mejor saxofonista gracias al estudio técnico de las escalas.