El saxofón es un instrumento musical que requiere de una técnica adecuada para poder conseguir una buena calidad de sonido. Uno de los aspectos fundamentales para lograr esto es tener una buena digitación y un buen contacto con el saxofón. Cuando comenzamos a tocar, es común tener dificultades para no presionar las llaves de la mano izquierda sin querer debido a la tensión en las manos. Para evitar esto, es importante intentar redondear la mano y pensar en que estamos agarrando una pelota de tenis o algo similar para mantener una posición más relajada.
Otro punto importante a tener en cuenta es el pulgar. Muchas veces lo alejamos demasiado de la llave de octava o lo colocamos encima, lo que hace que sea difícil no pisarla. La posición más recomendable es tener la punta del dedo pulgar tocando la llave de octava para poder corregir con un pequeño movimiento y hacer cualquier nota en la segunda octava sin problemas. También es fundamental tener los meñiques relajados en ambas manos, ya que estas notas y llaves suelen ser incómodas de tocar. Debemos investigar la mejor posición de los meñiques en contacto con las llaves de las notas graves para nosotros ya que dependiendo del tamaño de nuestra mano y la forma de las llaves de nuestro saxofón tendremos que movernos de una manera u otra, pero siempre debemos pensarlo desde una posición relajada y con la muñeca hacia abajo.
Tocar el saxofón no solo se trata de tener una buena técnica, sino que también es importante cuidar nuestra postura y mantener un equilibrio adecuado entre las diferentes partes del cuerpo. Las tensiones musculares y los dolores son frecuentes en los músicos de viento, y el saxofón no es una excepción. Una mala postura o posición de las manos puede generar tensiones innecesarias y, a la larga, convertirse en un problema más grave. Por lo tanto, es fundamental para cualquier saxofonista cuidar su postura y mantener un equilibrio adecuado entre las diferentes partes del cuerpo.
Los movimientos de los dedos en el saxofón pueden ser complicados de aprender, pero con la práctica, estos movimientos se convierten en algo más natural y los músicos pueden tocar el saxofón con mayor fluidez. Por lo tanto, es importante ser perseverante y practicar con regularidad para mejorar en esta habilidad.
En resumen, para tocar el saxofón con fluidez y lograr una buena calidad de sonido, es necesario tener una buena técnica y mantener una buena postura. Aunque al principio puede resultar complicado, con la práctica, los movimientos de los dedos se vuelven más naturales y la coordinación entre las diferentes llaves y los dedos de las manos se consigue. Tocar el saxofón puede ser una actividad muy gratificante, y con perseverancia y siguiendo una buena guía, cualquiera puede llegar a tocar con naturalidad y comodidad.
Para mejorar tu contacto con el saxofón te deberíamos utilizar todas estas sugerencias a tu práctica habitual. Deberemos Implementar esto a todo lo que toquemos con el saxofón, especialmente al estudio de escalas, donde podemos investigar y centrarnos en las posiciones y en las sensaciones de lo que tocamos. Si quieres profundizar en este tema te recomiendo echarle un vistazo a mi curso Escalas a Diario. Puedes verlo haciendo click en el botón de aquí abajo.
Muchas gracias y un saludo.